- El mecanógrafo de mi alma. Café
oscuro en el tazón de la esquina, con vista a la ventana, donde sale el sol en
las mañanas... 5:00 a.m. lunes, porque otro día sería martes. El viento como en
días pasados, azotaba la lejanía de su pelo negro azabache. En los siguientes
minutos, aprecio el lento recorrido que llevan sus pies descalzos. Carmesí
desenfrenado en los labios, como el mejor color de esa mañana. Resto del día,
tic toc, en el reloj en la pared. Ya cayó la noche y la luna, como buena vecina,
ayuda a sentir compañía cuando estoy en soledad. Soledad que se ha reído esta
mañana con el gato que ha saltado tras la cola del ratón... Y ella serena como
el mar, baila al saber que en esta máquina mientras viva le escribiré. A ella
le encanta sentirse así. Piensa en las hojas que ensayo lo que podría escribir
hoy, piensa en lo agitado que esta mi corazón, en mis labios cenizos con sabor
café. ¡Ay! Ella piensa en mis manos, en mis dedos, desvelada pensando en el
mecanógrafo de su alma.
Por Eleiny Parra
Me encantooo esta poesia en prosa. Me hizo imaginar mucho.
ResponderBorrarBien creativa, aunque al principio me dio miedito.
ResponderBorrarBastante buena esta poesia, me dejo esperando aun mas!!
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